Autora: María Julia Ochoa
Tienes que tener presente que estudiar implica básicamente comprender, reflexionar y expresar. El estudio, por otra parte, es una actividad fundamentalmente individual.
Para refrescar el Blog, unos tips para que mis alumnos puedan estudiar y producir más, que pueden tomar en cuenta o no, pero no cabe duda que habrán de servirles de utilidad.
1.- Cómo estudiar
1.- Cómo estudiar
Tienes que tener presente que estudiar implica básicamente comprender, reflexionar y expresar. El estudio, por otra parte, es una actividad fundamentalmente individual.
- Hacerlo en un lugar que te resulte cómodo.
- Leer bien. Esto significa que debes poner atención a lo que estás leyendo.
- Revisar el programa de la materia.
- Preguntar en la biblioteca cuáles son los libros de la materia que deseas estudiar que son consultados con más frecuencia.
- Actualmente Internet se ha convertido en una fuente imprescindible para estudiar y realizar investigaciones. De igual forma, las hemerotecas también son fuentes importantes.
- Te permite conocer el criterio del profesor.
- Puedes discutir en clase, pues la clase constituye un foro potencial.
- Te da herramientas para profundizar en la materia.
- Tienes la posibilidad de tomar apuntes.
- El profesor lo toma en cuenta para la calificación.
Es muy importante tomar apuntes. Sin embargo, debes saber que:
- Los apuntes no son dictados que el profesor hace sobre la materia.
- Son notas que tomas sobre las ideas principales.
- Resumen. Utilizado para aspectos conceptuales.
- Esquema. Usado para registrar aquellos puntos que es necesario memorizar.
Es bueno que repases los apuntes de cada clase lo antes posible, para que sea más fácil completar cualquier cosa que se te haya escapado anotar.
Cuando lees es bueno que tomes apuntes de las ideas más importantes de lo que estás leyendo. Puedes usar el subrayado, pero hazlo sólo en tus libros y no en los ajenos.
2.- Cómo hacer un trabajo escrito
El tema
Ante todo, debes tener un tema. El tema puede ser impuesto por el profesor o puedes elegirlo tú. Si tienes que elegirlo, es recomendable que escojas un tema de tu agrado y que sea lo más concreto posible.
El esquema
Es bueno que leas sobre el tema para que tengas una idea general del mismo. A medida que lees puedes hacer un esquema tentativo del trabajo. Hacer este esquema puede ayudarte mucho, pues te sirve como guía para el desarrollo del trabajo.
El material
Recopila el material para desarrollar cada punto del esquema. Puedes modificar el esquema si lo consideras necesario. El material puede ser usado comprende libros, revistas, periódicos, –publicaciones periódicas-, etc. También se cuenta con el material que se puede obtener en Internet.
Análisis del material
Recopilado el material tienes que procesarlo. Esto implica leerlo con calma una y otra vez, entenderlo, comprenderlo, compararlo de ser el caso, fijarlo (haciendo fichas, por ejemplo) y, de alguna manera, asimilarlo mentalmente.
La redacción
Ya puedes comenzar a redactar el trabajo. Para hacerlo tienes que leer el material que recopilaste y extraer de él las ideas más importantes para los fines de tu trabajo. Es importante que no copies textualmente, sino que parafrasees, es decir que interpretes lo que el autor dice y que lo enriquezcas de ser posible. En ciertos momentos es inevitable copiar textualmente, si es así debes utilizar necesariamente citas o notas, indicando el autor y la obra de donde has extraído el texto, es decir la fuente, y siguiendo un determinado método.
La metodología a seguir para hacer un trabajo suele considerarse un problema. Puedes encontrarte en dos situaciones. La primera: el profesor te indica qué metodología debes seguir, entonces tú debes usarla. La segunda: El profesor no te indica la metodología, caso en el cual tienes que escoger una.
Al utilizar citas o notas, puedes hacerlas dentro del texto, entre paréntesis o a pie de página. Cuando tengas que indicar una fuente tienes que señalar el nombre del autor, el título de la obra, el número de la edición, la editorial, la ciudad, el país, la fecha de edición y el número de la página.
En todo caso, es recomendable que escribas siempre de la manera más clara y coherente posible.
Puedes modificar lo que has redactado. Es bueno que dejes pasar cierto tiempo y vuelvas a ver lo que has escrito o dárselo a otra persona para que lo lea y te dé su opinión.
No debes olvidar en ningún momento usar correctamente la ortografía. Es importantísimo.
Introducción y conclusión
El contenido del trabajo puede ser muy variado. Pero al hacer la introducción y la conclusión debes tener pendiente que la introducción consiste, básicamente, en “introducir” al lector en el trabajo, es decir prepararlo acerca de lo que se va a decir en el trabajo. Por su parte, la conclusión es, fundamentalmente, el resultado al que se llega luego de hecho el trabajo. Puedes hacer una conclusión general o tantas conclusiones como aspectos relevantes del trabajo haya.
3.- Cómo estudiar para un examen
Lo ideal es estudiar (ver cómo estudiar) desde el inicio del curso, incluso antes, y con regularidad. Sin embargo, un examen requiere una preparación especial.
Antes del examen tienes que:
- Recopilar todo el material que necesites (libros, apuntes, etc.). Esto te permitirá tomar conciencia de la cantidad de materia y del tiempo que debes dedicar para estudiarla.
- Leer detenidamente la materia (no es necesario que memorices, sino que analices, proceses y comprendas), formulándote preguntas e imaginándote cómo será el examen. Es bueno que tomes en cuenta el criterio del profesor.
- Tomar en cuenta que hay ciertos datos que debes memorizar mecánicamente (fechas, nombres, artículos, etc.).
- Leer con cuidado todas las preguntas.
- Es recomendable anotar al margen de cada pregunta las ideas principales o claves para su respuesta.
Responder cada pregunta con cuidado.
Tratar de dejar los últimos 5 minutos para revisar el examen y corregir posibles errores.
No olvides que siempre que te expreses por escrito (un examen es una forma de hacerlo), debes cuidar la ortografía.
4.- Cómo resolver un problema en particular
- Leer cuidadosamente y cuantas veces sea necesario el problema planteado.
- Extraer el problema en sí, tratando de determinar los hechos relevantes y dejando a un lado los datos que resulten irrelevantes.
- Localizar los hechos, es decir cuál es la situación, qué es lo que pasa.
- Encuadrar los hechos dentro del concepto preconcebido (generalmente se trata de un precepto legal
Todos tenemos problemas frente a nuevos objetos, procedimientos o ideas nuevas,
sino miren al monje medieval.
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